Las hernias se reparan invariablemente por cirugía; y el procedimiento consiste en cerrar o “parchar” los defectos herniarios (u orificios) de la pared abdominal, esto se puede lograr aproximando los tejidos, ya sea músculos y ligamentos mediante la sutura de estos o colocando una fina red de material plástico (malla) para cubrir el orificio a través del cual protruyen los órganos.
La cirugía laparoscópica se ha convcertido en una técnica preferida para el tratamiento de hernia. La principal ventaja de la cirugía laparoscópica es que las incisiones son relativamente pequeñas, lo que permite a los cirujanos para minimizar el daño a la zona abdominal. El método es particularmente eficaz en el tratamiento de hernias en la ingle. El dolor postoperatorio es reducido y hay menos posibilidades de la hernia recurrente. La reparación de las hernias suelen llevarse a cabo bajo anestesia general, aunque en caso de cirugías abiertas el cirujano puede optar por anestesia local o regional y sedantes, si considera que estos son más adecuados para la salud general del paciente.
El procedimiento consiste en realizar una pequeña incisión de 10 mm en la cicatriz umbilical e Insuflar el abdomen con Bióxido de Carbono para crear un espacio donde se pueda introducir una cámara de vídeo especial y a continuación se realizan dos pequeñas incisiones de 5 mm a los lados para introducir equipo especializado que permita liberar orificio de la hernia y ” parcharlo” fijando una malla a la pared abdominal y con ello reparando el orificio de la hernia. Usted puede regresar a casa dentro de 24 horas de la cirugía o inclusive en el mismo día de la intervención y se recupera en un lapso de 1 a 2 semanas. También hay un menor riesgo de infección y recurrencia.
Esta cirugía NO está recomendada para aquellos pacientes que tienen una hernia incarcerada o los que no puedan tolerar una anestesia general, que tengan trastornos en la coagulación, o mujeres embarazadas.
Cirugía Amigable
Al escuchar las palabras de “Necesita una operación” siempre existe un sentimiento de incertidumbre y hasta cierto punto temor al procedimiento, al dolor, a la anestesia, al ayuno, a la cicatriz y al tiempo de recuperación.
Es por ello que implementamos el concepto de CIRUGÍA AMIGABLE, para dar la certeza y la confianza de que, en ese proceso de la operación, la intervención quirúrgica y el postoperatorio sean lo más fisiológico posible, y acompañarlo en su recuperación a que vuelva a disfrutar de su vida de manera plena y satisfactoria.